Irune,
Todo el blog, motivaciones,
curiosidades, enseñanzas olvidadas y no tan olvidadas… me las he dirigido a mi
misma. Sí a mi misma.
En la carrera llevan repitiendo
más o menos como tres años, eso de “aprendizaje significativo”. ¿Pero sabes que
es lo más gracioso? Te vas a morir de risa de verdad: No se que narices es eso,
por no decir que coño es eso, porque por mucha didáctica y esas cositas…no me
han enseñado así.
Ya sabes ¿No? Así nos movemos en
este país, pedimos pero no damos. Nos dicen como tenemos que ser dentro de dos
años (un poco menos) y no nos dan ejemplo. Aunque siempre hay maravillosas
excepciones, no hay que ponerse tremendista, nada de dramas.
Pero te prometo que no entiendo
nada. En alguna clase me han entrado ganas de levantarme en la mesa y gritar
“¿Qué haces con tu vida señor/señora?”, pero bueno, mejor sentadita.
Perdí mi vocación. Si la perdí.
Doy gracias por que lo se pierde, tiene la ventaja de que puede ser encontrado
y así ha sido.
En fin Irune, mira no me suelo ir
por las ramas. ¿Sabes cuánto porcentaje tienes que ver en ese encuentro de mi
felicidad? Sí, de mi felicidad en todo lo que hago y proyecto en mi mente. Pues
tienes al menos un 80%. Si te parece poco deja de leer esto y si tienes
curiosidad, puedes continuar.
Eres una persona que lo que
dices, lo haces y lo que pides, lo muestras antes. En mi vida de estos tres
años de carrera que llevo estudiando, pocos profesores me ha enseñado enseñando.
Es muy triste, de verdad. Pero no
importa, porque siempre llega alguien que desmonta la regla. Esto me pasa
tanto... que por eso me encantaría tatuarme en alguna parte del cuerpo la
palabra “esperanza”.
Has sido una de las pocas
profesoras de la carrera, junto a otro más que me han enseñado
significativamente (no me gusta mentir). ¿Es de mal gusto decirlo? Pues lo
siento mucho, hay que aplicarse el cuento, como se suele decir por ahí…
Me han enseñado los mil
doscientos infinitos problemas que hay en la educación de hoy y de aquí. El año
pasado me volvía algunos días en el autobús más amargada que el que tiene 80
años y aun no se ha dado un beso en la boca, porque todo eran problemas y no
conocía ninguna solución, además aprendía tan poco que ni siquiera era capaz de
darlas yo misma (ni pensarlas, al menos).
Y “PUM” de repente tengo a una
profesora cuyo ejemplo es mi: “quiero ser como ella de mayor”. No me gustan los
tatuajes, solo tengo un pendiente de más en la oreja, cada vez me influye menos
lo que piensen de mi (pero a veces me afecta) etc etc etc pero tú que eres todo
lo contrario me has mostrado todo lo que necesitaba hoy.
Por cada 10 problemas me has
enseñado 60 soluciones. Todo absolutamente todo lo que he aprendido contigo
quiero ponerlo ya en práctica.
Esa pasión por la lectura se
puede o no se puede tener, pero ese afán de trasmitírsela a los que aun no
saben casi ni como se apellidan...esas actividades, esa evaluación por
competencias, ese “no querer ir a pillar” si no a enseñar…joder Irune,
perdóname pero es que me emociona. Tengo ganas de acabar para poder solucionar
(aunque solo sea en mi aula, mis 20 niños). Creo que ya sé lo que es un
aprendizaje significativo. Por qué ese aprendizaje no se puede enseñar, se
tiene que vivir.
Tanta oscuridad y de repente…¡Un
rayo de esperanza! Si es que nunca falla. Poquito a poco y siempre con ella.
Quiero ser esa maestra que
muestra para que ellos sepan usar. Que enseña, para que ellos aprendan a ser
felices, sí solo quiero eso. Personas cultas y felices que obviamente choquen
contra todo lo nos encontramos hoy. Personas que se rían mientras esperan las
colas del metro, del bus, del estanco, de la compra o de pagar la cerveza, que
ayudan a ser felices a los demás (aunque solo sea por un día, un minuto o una
hora), personas que encuentren un sentido a lo que hacen. ¿Qué tienen que saber menos sobre las
oraciones subordinas para poder ser felices o al menos buenas personas? pues
mira lo siento mucho, no es lo prioritario.
De verdad que nos hemos
deshumanizado, pero…siempre con esperanza. Me revientan las quejas y quejas y
quejas, por favor que esto no se vea así. Me gusta mucho la verdad. Si buscarla
y hablar de ella.
Si supiera darte las gracias por
todo tu trabajo, implicación, esfuerzo, mil y unos quebraderos de cabeza para
saber como llevar la clase, esa transmisión de tu pasión, ese interés, cambio y
formación continua. Te las daría como es debido.
Al fin he aprendido de un
profesor que únicamente me ha enseñado siendo eso, profesor.
Y solo quiero recordar que…
“LIBEÑOTAD”
Lo
único que no pueden quitarnos, si nosotros no queremos son las ganas de soñar y
nuestra propia libertad. Cuantas veces se nos olvida y cuantas veces me los has
recordado Irune. Pero lo mas maravilloso de todo esto es que me lo has
recordado sin pronunciar la palabra “soñar” ni la palabra “libertad”.
Ojalá
parecerme a ti un poquito más cuando por fin sea educadora y tenga ese arrojo
que te caracteriza, ese ser luchadora y ese esfuerzo continuo por mejorar, sin
quedarte en los malditos problemas que a muchos ciegan y ya no ven más allá.
Que pesados, pero pobrecitos.
Mil
gracias Irune, ojalá saber dártelas mejor.
Ana, estoy de acuerdo contigo. Creo que Irune nos ha sabido transmitir el amor por la literatura y sobretodo el entusiasmo con el que tenemos que tener a la hora de enseñar a nuestros alumnos. Gracias Irune también de mi parte!!
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo contigo. Entre nosotros, a lo largo de la carrera todos hemos tenido diferentes opiniones sobre los profesores, hay los que a algunos nos gustan y a otros les aburren, los que con algunos no nos enteramos de nada y a otros les encanta como explica etc. Sin embargo creo que sobre Irune todos tenemos la misma opinión: es GENIAL!
ResponderEliminarPersonalmente, si algo ha ahecho conmigo es abrirme los ojos, además de enseñarme muchísimo claro. Y a pesar de que cada día yo salía de clase alucinando porque había descubierto que cosas que siempre han hecho con nosotros estaban mal hechas y había que cambiarlas, a pesar de eso y de hacernos ver que todo esto necesita un gran cambio, no me eh sentido hundida en casi ningún momento, sino cada vez con más ganas de salir ahí afuera y comerme el mundo! Y cambiarlo todo lo que hay que cambiar, aunque sea como tú dices, Ana, en mi clase con mis 20 niños.
Yo también tengo que dar las gracias. GRACIAS IRUNE, de verdad.
Vaya... ¿ahora cómo voy a seguir corrigiendo? :)
ResponderEliminarGracias a ti, Ana por "abrir las orejas" y abrir el corazón -y no solo el cuaderno-, en mis clases. Tu blog demuestra que has aprendido muchísimo y que has sabido entender lo que hay detrás de mi trabajo y de mi vocación... que, en definitiva es la tuya.
Gracias porque no te ha dado vergüenza escribir esta entrada que algunos verán como "peloteo" y que, en definitiva es el regalo que cualquier educador desea recibir: la comprensión y el agradecimiento de sus estudiantes. Porque en nuestra querida España, la docencia no suele estar ni pagada ni agradecida y lo único que anima y alimenta la ilusión de educar es saber que hemos llegado a los estudiantes: que hemos logrado traspasar esa coraza de prejuicios hacia los profesores (muchas veces bien fundados), de preocupación por las notas y de hacer lo menos posible para quitarnos la asignatura de en medio.
Gracias a Mónica y a Sandra por aprovechar este rinconcito para expresar su agradecimiento. Me ha encantado encontraros aquí también a vosotras :)
Veo que sigues levantando pasiones y me alegro tanto, tanto. Hasta me he emocionado y todo... Haces el mundo mejor solo por estar en él.
EliminarNi soy alumno de la universidad ni he tenido a Irune de profesora jamás. Pero Ana,Monica,Sandra y a todos aquellos que la tienen de "profe", utilizarla,preguntarla,vivir con ella la enseñanza porque tardareis mucho tiempo en encontrar otra persona tan estregada como ella. Es estupenda.
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