viernes, 24 de enero de 2014

MI GRAN MAESTRA

Bueno Ana.

Esto se va acabando, la asignatura de literatura infantil y he decido poner a trabajar a mamá.

El año pasado tu vocación perdió fuerza (solo por un curso), no sabias que hacías ni por qué lo hacías. Jamás te había pasado.

Ahora tengo miedo de que te vuelva a pasar y no encuentres en qué motivarte así que ¡He encontrado una solución!

He pedido a mamá que escriba como recuerda ella o como vive ella que yo tenga esta vocación, que mire al pasado, al presente o al futuro y que escriba un poco de la vocación de su hija.

He llorado como una magdalena (obviamente cuando estaba sola jajaja) porque no me acordaba de tanto y claramente yo nunca lo viví desde fuera.

COPIO Y PEGO LA CARTA DE MI MADRE VERÓNICA:

Ana

“Ana me pidió que escribiera una líneas. ¿Cuándo descubrimos nosotros su vocación? Antes de contestar he estado reflexionando acerca de lo que es la vocación, considero que es donar todas tus facultades a los demás.

No en todos nosotros se nos despiertan las facultades a la misma edad, es más alguno de nosotros aun las estamos buscando…

Ana empezó a dar señales de su vocación a los dos años, cuando volvía de la guardería. La pobre no tenía gran facilidad para hablar (hasta los 3-4 años), aunque parezca mentira.

Después de merendar disponía a todo muñeco, peluche (todo lo que tuviera ojos) alineados en la pared de su cuarto y pronunciaba monosílabos y sus nombres. De esta manera íbamos conociendo a todos los compañeros de sus guardería, los que mejor y peor se portaban con ella.

Según iba creciendo, ya los diálogos eran más ricos y apreciábamos cuando un profesor había tenido un mal o un buen día en su clase del colegio, porque Ana repetía la clase a la perfección. (Esto lo sé por que en la tutorías lo pude corroborar con el profe).

De mayor, estoy hablando de bachiller, casi todo el mundo, familiares, amigos, algún profe…la seducían para hacer otra carrera, ya que sus notas eran muy buenas y podía acceder a otras carreras con facilidad. Pienso que hubiera sido un error grandísimo y puede que no se dedique a ello, pero desde pequeña tiene ese don de la enseñanza y digan lo que digan el que no desarrolla los dones que tiene, no puede entregarse y no puede alcanzar la felicidad.

Deseo de todo corazón y con toda mi alma que todo el mundo descubra con esa claridad cual es su vocación, no se deje llevar por los demás, por los intereses económicos o laborales, por el estatus social etc.

Ya que para ser feliz tenemos que desarrollar a tope nuestros dones y no desperdiciarlos. Si así fuese, seria una enorme pérdida”

ANA TE PIDO POR FAVOR QUE CUANDO ESTÉS AGOTADA, QUEMADA, TRISTE, NO TE ENCUENTRES, NO VEAS EN ELLOS Y EN NADIE NINGUNA MOTIVACIÓN…LEAS ESTO.

He guardado la carta en la caja de las cosas importantes, pero aquí siempre la tendrás escrita y colgada. Por que cualquiera que tenga verdadera vocación para ser maestro, leyendo la  carta de mi gran maestra, mi madre, puede inspirarse, motivarse y emocionarse.

En fin, quiérete y quiere mucho.




Estos han sido mis dos grandes maestros. Al dejarme volar cuando ya tenía alas. Al permitir que mi vocación avanzase. Son los que siempre han escuchado todas mis inquietudes, intentando ser siempre los mejores padres, haciéndolo lo mejor posible. Creo que los otros dos “alumnos” que vienen no muy detrás de mi, también serán muy felices.


2 comentarios:

  1. ..... Sin palabras
    No he podido evitar reírme cuando la carta de tu madre dice que ponías a todos los muñecos alineados en la pared y hablabas con ellos...apuntabas maneras ya entonces. (He de reconocer que yo también lo he hecho más de una vez de pequeña Jajajaj)
    Es una pena que por tus buenas notas la gente te dijera que hicieras otra carrera, pues en cierto modo me ha recordado a lo que en alguna entrada de mi blog he comentado sobre lo infravalorada que veo la educación algunas veces, sin embargo me alegro muchísimo de que no te dejarás guiar por nadie y comenzarás a estudiar lo que tu realmente querías.
    No permitas que tu vocación pierda fuerza otra vez pues, como futuros maestros, es lo más fuerte que tenemos

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  2. ¡Qué bonito, Ana! ¡Qué orgullosa debe sentirte tu madre de tener una hija como tú! :)

    "... el que no desarrolla los dones que tiene, no puede entregarse y no puede alcanzar la felicidad."

    Pues eso ¡muchísimo ánimo! Los niños necesitan maestras como tú.

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